Motivos para asegurar una vivienda
Los motivos por los que es conveniente asegurar una vivienda son múltiples. Dejarse un grifo abierto e inundar al vecino de abajo, irse de vacaciones y descubrir a la vuelta que los ladrones han desvalijado la vivienda o que las lluvias torrenciales causen daños de cierta gravedad, son sólo algunos de los accidentes en los que se puede ver implicada una vivienda.
Destrucción de la vivienda
¿Qué ocurre si una eventualidad como un incendio o la explosión de la caldera ocasionan graves daños en una vivienda?, ¿quién asume los costes de las reparaciones y/o reconstrucciones? En el caso de las viviendas siniestradas que no tengan seguro deberán ser los propietarios de éstas las que hagan frente a los daños.
Todo lo contrario ocurre con los hogares que estén protegidos con una póliza ya que ésta garantiza al asegurado el pago de una indemnización con la que poder costear la rehabilitación de su hogar y con la que sustituir los bienes que hubiera perdido.
Además, la compañía aseguradora también suele correr con los gastos derivados de la extinción de un incendio, como pueden ser, por ejemplo, las facturas de la actuación de los bomberos, siempre que no haya sido provocado.
Daños materiales
Un grifo mal cerrado, una tubería en mal estado o una subida de tensión son algunos de los pequeños accidente que pueden tener lugar en una vivienda y cuyas consecuencias pueden ser de una gravedad considerable. Contar con una póliza garantiza al asegurado que los daños por agua o los eléctricos, así como las roturas de cristales o de las placas vitrocerámicas, entre otros, serán subsanados por la compañía con la que se tenga contratado (dentro de las coberturas contratadas). En muchas ocasiones el seguro cubriría hasta los daños estéticos como el cambio de azulejos o losetas e incluso de parte del mobiliario y de los alimentos refrigerados.
Responsabilidad civil
Una fuga de gas o agua no sólo puede generar molestias en el propietario de la casa en la que se haya originado sino que también puede ocasionar daños a un tercero, como pueden ser los vecinos. En este caso, los daños entrarían en la cobertura de responsabilidad civil de la vivienda, pero es el propietario el que tiene que responder de ellos. Esta cobertura suele incluir también el pago de fianzas, indemnizaciones y costes judiciales.
Robo y hurto
Pese a que el último Balance de Siniestralidad Criminalidad elaborado por el Ministerio Público reflejó un ascenso de un 10% los siniestros por robo en el seguro de Hogar, lo cierto es que este tipo de sucesos es frecuente, sobre todo, durante los periodos de vacaciones. Muchos productos aseguradores incluyen entre sus coberturas algunas específicas para las situaciones de robo y hurto en el interior de la vivienda.
Un seguro de Hogar puede ser más o menos completo en función de cuántas cosas proteja. La mayoría de ellos cubren los daños ocasionados en el domicilio durante el robo, es decir, el continente. Para que también se haga cargo de los bienes, entre ellos las joyas, es necesario tener contratada también la cobertura de contenido y que la aseguradora tenga constancia de la presencia en el hogar de los bienes de valor especial.
Atraco fuera del domicilio
¿Y si el robo se produce fuera del domicilio? Muchas aseguradoras incluyen en sus productos garantías especiales que cubren los objetos robados y/o hurtados en la vía pública. Eso sí, las indemnizaciones suelen ser de una cuantía inferior que cuando el robo tiene lugar en el interior de la vivienda y no suelen reintegrar el dinero en metálico sustraído
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